lunes, 24 de septiembre de 2012
El socialismo como alternativa
Ante esta realidad que se impone día a día, queda claro que la pregunta acerca de si la población está a favor o no del euro que frecuentemente se le realiza a la población en diversos estudios demoscópicos, es simplista en tanto no da luz sobre nada. Lo que realmente deberíamos preguntarnos todos y todas es ¿Cuánto estamos dispuestos a ceder de nuestra calidad de vida, derechos sociales, laborales, justicia y libertad para mantener el euro?. Lo cierto es que los alternativos gobiernos del PP-PSOE en ningún momento se han planteado una salida de este neoliberalismo con el que es imposible tomar las riendas de nuestra propia economía.
En momentos en que se le exige a la población grandes sacrificios a favor de algo tan abstracto como "la economía" conviene preguntarse si no debería ser al revés y la economía debiera ser una ciencia al servicio de la generación y distribución de la riqueza en beneficio de las personas. Algo tan obvio como esto encierra el fondo del tema, los sacrificios que se nos exigen como trabajadores son en realidad a favor de los intereses económicos de esa pequeña élite financiera (banqueros, especuladores financieros y grandes empresarios) que gobiernan Europa abiertamente desde la presión que ejercen con su dinero en las bolsas de valores y encubiertamente a través de instituciones como el Banco Mundial, el FMI o el BCE.
Existen alternativas a la crisis y la gestión perversa que se realiza de ella, pero no son alternativas sencillas ni van de la mano de pequeños gestos intrascendentes como los que ensaya de tiempo en tiempo la desgastada y poco imaginativa socialdemocracia europea, que intenta mantener la primacía de los mercaderes financieros y la moneda única que es su buque insignia, intentando compatibilizarla con ciertas políticas sociales y aflojando un poco la rígida cuerda de la austeridad y el control del déficit.
Todas las alternativas que existen pasan por salir del euro y recuperar nuestra perdida soberanía sobre la política monetaria, también pasan por negarse a pagar deudas ilegítimas contraídas por banqueros y gobiernos corruptos pero endosadas a las espaldas de la clase trabajadora, pasan por una ruptura abierta con la económica especulativa y la vuelta a una de matriz productiva donde los trabajadores y trabajadoras que son finalmente quienes generan la riqueza, sean quienes la gestionen y la disfruten.
En definitiva existe salida a la crisis, pero pasa por tener el valor, finalmente, de romper con un sistema llamado capitalismo y con todos sus instrumentos de control, desigualdad y opresión.
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